sábado, mayo 28, 2005

Del amor y cosas peores...


Hoy este título ya nada tiene que ver en mi vida, a casi dos semanas de cumplir un año de casada puedo decir que la vida es genial, amo a mi marido, y no coincibo la idea de la vida sin él... pero antes de encontrar a mi príncipe bese muchos sapos.
Desde pequeñas nos fijan la idea del matrimonio "... cuando te cases..." creas expectativas muy altas de una circunstancia que no estas segura que vaya a pasar.
A los 14 años tuve mi primer novio, a los 15 el segundo, a los 22 el tercero, a los 25 el cuarto, y a los 28 el quinto... nada tendría de particular... si no fuera por que entre el primero y el tercero fueron seguiditos, si acaso un par de meses "por el que dirán", la señorita siempre tuvo novio, secundaria, prepa, carrera, trabajo... hasta que un día mi queridisimo novio me dijo que no podía seguirme haciendo eso ¿hacerme qué?, y terminamos, como era de la idea de no rogarle a nadie lo acepté, pero no lo asimilé, y peor cuando supe que lo que no me podia seguir haciendo era "ponerme el cuerno", siempre fui una niña muy tradicionalista, asi que del besito no pasaba... pero yo... por que habia fulanitas que si, y evidentemente eso me dejo en desventaja... y al mismo tiempo me abrió los ojos ¡y de que manera!, un noviazgo de 7 años y de pronto sola??? pasé por todas las etapas, depre, desenfreno, otra vez depre... pero lo mas importante es que aprendi a vivir sola, a hacer las cosas en función de mi misma y no de alguien mas, ya no era "nosotros" sino yo... y fue maravilloso, descubrí facetas de mi misma que no tenía ni idea que existian, descubrí y me gusto a la mujer que había en mi, conocí a muuuchos chicos, sali con varios, nada serio, hasta que un boliche trajo a mi vida a un españolito, muy simpatiquito, que me propuso matrimonio..y que acepto, evidentemente mis 22 años (con la adolescencia retardada por los 7 años de noviazgo) hicieron estragos y cuando la vi cerquita dije ¡ni de broma!, me escape ¡literalmente! mi año sabático me llevo a México DF, fue un buen tiempo, curé mis heridas y volví, justo a tiempo para un suceso por demás importante en mi casa, que aun no termino de agradecer a Dios el poder haber estado con mi familia en ese momento (mi papá estuvo muy delicado), juntos la libramos, y seguidito a eso conoci a una persona que me sacó de mi letargo amoroso ¡pero lo sufrí!, él es una excelente persona, nos divertimos mucho, pero nada mas no haciamos pareja... pero lo importante de esa relación es que volví a creer en el amor.
Finalmente, cuando creí que la vida de pareja no era para mí, no por que me sintiera "quedada" o fuera una rebelde inconforme, sino por que después de todo mi trance amoroso comenzaba a creer que la del problema era yo, me encontré con Roberto, y ahí comprendí que el amor de mi vida estaba sentado a mi lado, y que quería envejecer con él.
Roberto es mi contraparte, es mi amigo, es mi socio, es mi amor, es un todo que llena mi vida