¿¿¿Existe una fórmula para educar???

El mundo actual y su enardecido estilo de vida nos envuelven una prisa cotidiana, en un ir y venir sin fin, no te ha pasado que tienes prisa, aunque no tengas nada pendiente???

Como parte de este universo, mi historia se ha ido entretejiendo con las de las personas que conforman mi entorno, pero la inminente llegada de mi hija me ha hecho cuestionarme cosas que antes no pasaban siquiera por mi mente. Todos queremos ser los mejores en lo que hacemos, y eso es bueno, es no caer en el conformismo y tener aspiraciones; pero cuando se trata de la vida de un hijo... hasta escalofríos me da fallar en este rol de vida.

Escuche una plática, dentro del Congreso "El Orgullo de Ser Mujer", organizado por el Centro de Formación Integral de la Mujer, dónde decían que, como padres, debemos darle a nuestros hijos mucho de lo que necesitan y poco de lo que quieren, así cuando les demos, en una forma medida, aunque sea un poco de lo que quieren van a estar felices; y esto encaja perfecto con comentarios de la gente de la edad de mis papás (personas entre 55 y60 años) que dicen que pasaban momentos inolvidables sin más compañía que un balón, o una muñeca; los niños de hoy tienen tantos juguetes que le pierden el sabor al juego mismo. Por otro lado, el aumento de la capacidad económica de las familias con el papel de trabajadora de la mujer conlleva a un mejor "nivel de vida", pero también a un menor tiempo con los hijos, y esto, en muchos casos genera un complejo de culpabilidad de los padres para con los hijos, queriendo suplir ese tiempo que no se les otorga con cosas materiales, queremos hacerlos felices con jueguetes, queremos verlos felices; pero esto no les da la felicidad, ya que si esto fuera cierto, los índices más altos de suicidios en los jóvenes, anorexia, bulimia, depresión y demás trastornos, no estarían entre las clases más acomodadas.

Lo más importante en la vida de un niño, además de la salud, es la estabilidad y seguridad, que cuenten con una figura de autoridad que imponga reglas claras y las haga cumplir, pero no con violencia. Acciones como estar presentes para los hijos, mirarlos a los ojos, y escucharlos con interés son esenciales para construir su felicidad, así como hacerlos sentir seguros, aceptados y útiles.

Es muy importante tambien el no coartarle a los hijos la capacidad de sentir, lo cual la conferencista ejemplificó con la madre que le ordena a su hijo no quitarse el suéter, porque ella considera que hace frío, aunque él tenga calor.

Pero lo que más me sorprendió fue que ella asegura que los niños no deben ver más de 3 horas de televisión A LA SEMANA!!!, mi sobrina se sampa de corrido, mínimo 3 horas, pero diarias enfrente de la tele.

Paulina me ha hecho cuestionarme y preocuparme de mil cosas, pero una de las más importantes, tal vez la más importante de todas, es mi rol de mamá, no quiero ser tirana, pero no quiero que ella sufra, ¿cómo encontrar el equilibrio?, como entender cual es el justo medio, cómo darle las armas para que ella, mañana, sea feliz... solo Dios nos puede ayudar en eso.